N.B 34 Años - Baja reserva ovárica & endometriosis

Justo después de nuestra boda y recién cumplidos mis 32 años, mi marido y yodecidimos ampliar la familiar e ir en busca de nuestro sueño de ser padres.

Después de un año de búsqueda natural, test de ovulación, semanas fértiles... intuí que algo no iba bien y pedí pruebas a mi ginecóloga de confianza porque psicológicamente me estaba afectando mucho la situación.

Aunque hayas podido oído hablar de la existencia de la infertilidad, nunca piensas que te tocará vivirlo a ti de primera mano. Crees que a ti te queda demasiado lejos.

Con dos pruebas básicas, vieron que con 33 años mi reserva ovárica era demasiado baja para seguir intentando quedarme embarazada de manera natural. Un valor de la AMH de 0’3 así lo indicaba. Fue un duro golpe que afrontar, vino de repente ya que yo jamás había tenido, a priori, ningún problema. Allí empezó nuestro camino por la Reproducción Asistida. Nos derivaban directamente a FIV.

Después de dos FIV fallidas y con muy poca respuesta ovárica, el mundo se nos volvió a caer al suelo. Sólo conseguíamos un embrión a un coste muy elevado. Así que el siguiente paso fue probar con una FIV en ciclo natural. Durante el descanso entre la segunda y la tercera FIV pedí más pruebas para descartar algún posible problema más.

Y suerte. Diagnósticos de endometriosis en la vejiga y problema inmunológico grave. Decidí, ya que había oído hablar de los beneficios de la acupuntura, informarme sobre ello. Iba muy perdida, pero si algo tenía claro, era que quería ponerme en manos de profesionales especializados en infertilidad. Y todas las referencias me llevaron al centro de Sara y Diego. Así que contacté con ellos. La respuesta fue rapidísima y la atención buenísima. Desde un primer momento Diego me orientó y asesoró sobre cambios en mi alimentación y rutinas que podían ayudarme a optimizar los resultados.

Se mostró siempre muy empático y siempre me dijo que hiciera hasta dónde yo me viera capaz. Al principio pensé que no lo conseguiría porque eran cambios (sobretodo alimentarios) bastante importantes, pero con paciencia fui acercándome a todas sus recomendaciones, que a día de hoy sigo llevando a cabo.

Empecé la tercera FIV en ciclo natural (aunque Diego me recomendó esperar mínimo tres meses para que la acupuntura fuera más eficaz) y el resultado no fue bueno. El siguiente palo no tardaría en llegar: me derivaban a FIV con óvulos de donante.

Aceptarlome costó horrores y Diego me ayudó a calmar mi ansiedad y mis malestares emocionales y físicos. También nos asesoró sobre un centro de infertilidad masculina para afrontar con más garantías el siguiente tratamiento, y le estaremos eternamente agradecidos porque a raíz de ahí también supimos que en nuestro caso también hay factor masculino.

Justo a los tres meses de empezar la acupuntura me quedé embarazada de manera natural. No creo en las coincidencias. Desgraciadamente lo perdí a las pocas semanas, pero estoy convencida de que la acupuntura y los cambios recomendados por Diego tienen mucho que ver en ese milagro.

Finalmente, en esta cuarta FIV he conseguido el tan deseado positivo y actualmente estoy embarazada de 12 semanas. No tengo palabras suficientes de agradecimiento hacia Diego. La atención ha sido siempre exquisita, sabiendo respetar los tiempos, empatizando con las situaciones y recomendando sin presionar. Se ha adaptado siempre a mis horarios y me ha dado muchas facilidades para que pudiera acudir a su centro.

Gracias por todo Diego. En casa te estamos muy agradecidos.

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