C.F 39 años & G. P 34 años. Embarazo natural - Síndrome del ovario poliquístico & oligospermia

Después de más de un año y medio intentando tener un bebé, empezamos a visitar ginecólogos para intentar mejorar nuestra fertilidad y chocamos contra un muro de incomprensión y frialdad. “Váis tarde, tenéis los "óvulos viejos" y un sinfín de tarifas para hacer una 'in vitro' eran las respuestas recurrentes sin ni siquiera analizar al detalle nuestro caso o pedirnos más pruebas que un simple seminograma.

Tristes y frustrados, quisimos buscar todavía una alternativa antes de recurrir a la 'in vitro', y encontramos a Sara.

Desde el primer minuto nos trató con mucho más tacto y atención de la que habíamos recibido hasta entonces, analizando pormenorizadamente nuestro caso, pidiéndo más pruebas para llegar al fondo de lo que nos estaba impidiendo tener un hijo y ofreciéndonos pautas y consejos para poco a poco ir mejorando nuestros índices de fertilidad con un plan que iba desde la alimentación y el ejercicio a un mayor conocimiento de nuestro cuerpo y a la acupuntura.

Hizo un seguimiento detallado de nuestros progresos, nos dio herramientas y nos acompañó en todo el proceso hasta que solo dos ciclos y medio después de empezar el tratamiento llegó la noticia tan esperada.

Estamos muy agradecidos a Sara por su cariño y su profesionalidad, ha sido un amor.

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E.V 35 años - Hipotiroidismo subclínico

Creo que no hace falta hablar de lo oscuro oscurísimo que se vuelve el túnel después de cinco años buscando un bebé. Hace justo un año tenía una cita en una clínica de fecundación in vitro, una medida desesperada después de cinco años de búsquedas sin respuesta, de inseminaciones en la Seguridad Social y de mucha desesperación.

Sara me propuso que anulara la cita y que la viera a ella antes, y así lo hice. El mismo día de la cita, en vez de ver a un doctor a quien contarle mi historia de fracasos por enésima vez, Sara y yo nos dimos un paseo por un parque cerca de casa. Aquella conversación empezó a abrir un pequeño agujerito de luz en el túnel oscuro oscurísimo, y me di cuenta de que había otras formas de encontrar respuestas que jamás me había planteado y que podían funcionar.

Y vaya si funcionaron. Dos meses después de aquel paseo por el parque me quedé embarazada.

Mi bebé nació hace tres semanas, y creo rotundamente que sin Sara y su ayuda todavía estaría buscando respuestas en los sitios equivocados, con esa tristeza que se va arrastrando mes tras mes de volver a empezar.

Es imposible agradecerle lo suficiente por lo que ha hecho por nosotros.

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